Las redes sociales han sido parte importante e innovadora en los nuevos procesos de revolución generados principalmente en el Medio Oriente y el Norte de África, sin embargo, está en duda el papel protagónico que muchos le otorgan. La redes sociales, lideradas por Facebook y Twitter han funcionado más como instrumentos que como provocadoras de dichos procesos.
Muchos analistas consideran que colocar las redes sociales como generadoras de actos revolucionarios es exagerar su impacto, sobretodo en sociedades que aún se encuentran rezagadas en el uso de internet, en comparación con países europeos.
Según datos de socialbakers.com solo un 6,7% de la población de Egipto cuenta con Facebook y solo un 20% tiene acceso a internet, también se unen a estos datos los de Irán, en donde un 52% de la población no cuenta con acceso a internet y en Túnez la misma estadística llega a un 71%.
Las redes sociales contribuyen a un manejo de información más rápido en las que personas pueden dar su punto de vista y generar retroalimentación, esto ha servido para unir virtualmente a miembros con un mismo interés, dentro de una misma sociedad y con una misma necesidad de cambio, que han contribuido a la organización de grupos que en algunos casos se han reunido para generar protestas.
A pesar de esto, las verdaderas revoluciones se viven en las calles, y sus causas van más allá de las redes sociales. La opresión y la necesidad del hombre por los derechos humanos han desatado los acontecimientos recientes, que han generado en las redes un nuevo medio de manifestación humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario